“Cuando quieras emprender algo, habrá mucha gente que te dirá que no lo hagas; cuando vean que no pueden detenerte, te dirán cómo tienes que hacerlo; y cuando finalmente vean que lo has logrado, dirán que siempre creyeron en ti”.
John C. Maxwell

Ante la escacez, las aguas residuales con tratamiento sanitario previo pueden ser utilizadas para la agricultura

El crecimiento demográfico y la expansión económica están incrementando la presión sobre los recursos de agua dulce. La tasa global de retirada de agua subterránea aumenta en un 1 por ciento por año desde la década de 1980 y esa presión se agrava cada vez más, a causa del cambio climático. Debido a la demanda creciente de alimentos y la escasez de agua en el mundo, la organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) pidió que las aguas residuales sean utilizadas en la producción agrícola. El organismo internacional subrayó la necesidad de que los países recurran a los vertidos líquidos urbanos, que  con tratamiento sanitario previo, podran utilizarse para el riego directo de los cultivos agrícolas y la recarga de acuíferos.

“Dos tercios de la población mundial sufrirán de escasez de agua en algún momento del año. Esto es significativo. Lo que sucede es que con el aumento de la población, los cambios en la dieta y un incremento de la competencia por los recursos hídricos y por esos servicios, se extenderá cada vez más el problema de la escasez de agua”.

Durante el Foro Global para la Alimentación y la Agricultura –celebrado en Berlín– representantes políticos, científicos, ingenieros agrónomos, empresarios y especialistas en medio ambiente participaron de diversos debates sobre estrategias y mecanismos para que los países puedan afrontar el uso de aguas residuales en la producción agrícola.

“Cuando se utilizan y manejan con seguridad para evitar riesgos para la salud y el medio ambiente, las aguas residuales pueden dejar de ser un problema y convertirse en un activo”, aseguró Marlos De Souza, oficial superior de la División de Tierras y Aguas de la FAO.

El evento, que se realiza una vez por año y es organizado por la FAO, contó con la participación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Banco Mundial y la Asociación de Investigación Leibniz sobre Alimentación y Nutrición.

Además de ayudar a hacer frente a momentos de gran sequía, De Souza aseguró que “a menudo, (las aguas residuales) tienen una elevada carga de nutrientes y actúan como buen fertilizante”.

En la actualidad, la agricultura utiliza el 70 por ciento del consumo de agua dulce en todo el mundo y, con la demanda de alimentos que prevé la FAO, crecerá al menos un 50 por ciento para 2050. El panorama es aún más complicado, ya que también se estipula un gran aumento del consumo en las ciudades y la industria.

 

Fuente: FAO / Foro Ambiental