“Cuando quieras emprender algo, habrá mucha gente que te dirá que no lo hagas; cuando vean que no pueden detenerte, te dirán cómo tienes que hacerlo; y cuando finalmente vean que lo has logrado, dirán que siempre creyeron en ti”.
John C. Maxwell

China, a un paso del teletransporte cuántico en el espacio

De momento habrá que esperar hasta que el teletransporte de personas. Esta opción es hoy en día pura fantasía, pero, desde el año 1993, el teletransporte de información es una realidad en el laboratorio y hay empresas que buscan utilizarlo para crear redes de comunicación. Su gran ventaja es que los mensajes intercambiados resultan indescifrables, gracias a que se usa un recurso conocido como criptografía cuántica. Una forma limitada de esta criptografía cuántica se usa hoy en día en comunicaciones terrestres, vía láser o fibra óptica, a una distancia de hasta 100 kilómetros.

China lanzó el primer satélite cuántico al espacio, en la misión QUESS («Quantum Experiments at Space Scale»), para comprobar si esta tecnología podría usarse para hacer una red de comunicaciones cuánticas en el espacio. Un artículo publicado en Science por los científicos chinos ha puesto la primera piedra de esta tarea.

Los investigadores han logrado conseguir el entrelazamiento de fotones, una propiedad de la Mecánica Cuántica a la que Einstein bautizó irónicamente como «fantasmagórica reacción a distancia», entre dos estaciones terrestres separadas por una distancia de 1.200 kilómetros, vía satélite. Después de este hito, lograr el teletransporte de información entre dichas estaciones es tan solo un paso sencillo.

China, que fue considerada por Nature como el país « pionero de la tecnología cuántica en el espacio», cuenta con varias redes cuánticas indescifrables para unir ciudades e instituciones. El problema es que dichas redes como mucho pueden tener una longitud de 100 kilómetros, por lo que están conectadas entre sí por canales convencionales, de modo que su seguridad podría quedar vulnerada en las rutas de enlace. La forma de evitarlo es usar una conexión cuántica vía satélite. De ahí la importancia de este último avance.

Fuente revistas Nature, Sciencia y Diario ABC Ciencia