La higiene dental moderna hubiese sido totalmente innecesaria para los antiguos romanos que vivían en Pompeya. La principal razón para mantener una dentadura tan saludable era su dieta baja en azúcar. La dieta era «balanceada y saludable, similar a la que hoy conocemos como dieta mediterránea». Comían mucha frutas y vegetales, pero muy poca azúcar, es decir que comían mejor que nosotros y por eso mantuvieron dentaduras perfectas. Todo ello surge porque científicos de la Superintendencia Arqueológica de Pompeya, analizaron los restos de 30 cuerpos preservados bajo la ceniza de Pompeya. La clave está en una dieta saludable que era escasa en azúcar. Hoy no pasa lo mismo. Gracias a las tomografías tomadas a los moldes de yeso que aprisionaban los restos de estas personas, que murieron en el año 79 d.C. durante la erupción del Vesubio, se comprobó que tenían dentaduras perfectas, gracias a una alimentación baja en azucares, aunque tenían huesos débiles debido al exceso de flúor en las aguas de los manantiales de los que bebían. Las tomografías realizadas muestran detalles de la vida de los pompeyanos, sus costumbres, ocupaciones o clase social. También se puede inferir que algunos pompeyanos tenían imperfecciones ya que usaban los dientes para romper y cortar. El proyecto fue realizado por arqueólogos, antropólogos, radiólogos, odontólogos e ingenieros. El grupo, liderado por el radiólogo Giovanni Babino, concluyó que los antiguos romanos tenían «dientes perfectos» y «ninguna necesidad inmediata de dentistas».
Descubren secreto de las dentaduras perfectas de los antiguos romanos.
