“Cuando quieras emprender algo, habrá mucha gente que te dirá que no lo hagas; cuando vean que no pueden detenerte, te dirán cómo tienes que hacerlo; y cuando finalmente vean que lo has logrado, dirán que siempre creyeron en ti”.
John C. Maxwell

Captación del calor del verano para su uso en invierno.

La energía solar térmica puede ser almacenada desde el verano hasta la llegada del invierno.  Un equipo de investigadores está tratando de crear una forma de capturar el calor del verano y utilizarlo para la calefacción en invierno. Y  después de varios años de investigación, la Empa (Eidgenössische Materialprüfungs-und Forschungsanstalt) ha creado un sistema a escala de laboratorio capaz de hacer precisamente eso: usar el calor del verano a largo plazo. La teoría tras este tipo de almacenamiento térmico es muy simple: Si viertes agua en un vaso de precipitado que contiene hidróxido de sodio (NaOH) sólido y concentrado, la mezcla se calienta. La disolución es exotérmica, es decir la energía química se libera como calor. Además, la solución de hidróxido de sodio es altamente higroscópico, capaz de absorber el vapor de agua. El calor obtenido como resultado ayuda a calentar la solución. Por el contrario, si se le proporciona energía térmica a la solución de hidróxido de sodio diluida con agua, se evapora la humedad rápidamente, aumenta la concentración y luego se almacena la energía suministrada. Esta mezcla concentrada puede almacenarse durante muchos meses (incluso años), siempre y cuando el calor no se libere otra vez. Los investigadores Robert Weber y Benjamin Fumey están intentando llevar este experimento a una escala comercial. En la práctica, el medio de almacenamiento es un líquido viscoso consistente en una solución de NaOH al 50% que goteó desde un tubo en espiral (creado por intercambiadores de calor normalmente presentes en calderas Combi), mientras que absorbe vapor de agua y transmite el calor a una tubería. El proceso también funciona a la inversa, lo que le permite acumular el calor. “Este método permite que la energía solar almacenada en forma de energía química en el verano se pueda utilizar en el invierno,” explica Fumey. “Y eso no es todo: el calor almacenado también puede ser transportado a otro lugar en forma de solución concentrada de hidróxido sódico, lo que flexibiliza su uso.” Aunque aún en fase de pruebas, la EMPA está buscando socios para ayudar a crear una versión comercial para un sistema doméstico.

Fuente: empa.ch