“Cuando quieras emprender algo, habrá mucha gente que te dirá que no lo hagas; cuando vean que no pueden detenerte, te dirán cómo tienes que hacerlo; y cuando finalmente vean que lo has logrado, dirán que siempre creyeron en ti”.
John C. Maxwell

Una bacteria se convierte en fertilizante natural

Con la participación del INTA, un equipo de investigadores modificó el genoma de una bacteria para que capte nitrógeno del aire y lo transforme en amonio. Este desarrollo permitirá reducir costos y mitigar el impacto ambiental.

 

La aplicación eficiente de fertilizantes en la agricultura es fundamental debido a que tiene un efecto significativo en los rindes de cultivos como trigo, maíz y arroz. Por esto, un equipo de investigadores de la Argentina, España y el Reino Unido lograron modificar el genoma de la bacteria Pseudomona protegens para que capte nitrógeno del aire y lo transforme en amonio. De esta forma, se obtiene un fertilizante natural que reduce los costos de producción. En general, las pérdidas de nitrógeno aplicado con los fertilizantes son elevadas, lo que disminuye sensiblemente su uso por la planta y, en consecuencia, los rendimientos del cultivo. Así, en la búsqueda de una alternativa a la fertilización nitrogenada, el equipo se orientó a la modificación genética de Pseudomona protegens, bacteria que protege a las plantas de la acción de patógenos. El trigo, el maíz y el arroz se encuentran entre los cultivos más relevantes por el volumen de negocio y la cantidad de toneladas producidas, entre otros factores. La fertilización con nitrógeno es el costo principal y representa uno de los factores limitantes para plantear el cultivo de una hectárea de cereales. Para fertilizar una hectárea de cereal, como por ejemplo trigo, se requieren unos 150 dólares, mientras que el uso de esta nueva tecnología tiene un costo de más o menos un dólar. Los resultados alcanzados son auspiciosos, por lo que el INTA y el Conicet solicitaron la patente para esta tecnología pensada para reemplazar los fertilizantes nitrogenados. Estos se producen a partir de nitrógeno gaseoso que es un derivado del petróleo y que, en la actualidad, se usa para su fabricación un 10 % de la energía consumida a escala mundial.

El artículo científico completo se encuentra disponible en el repositorio de trabajos académicos de acceso gratuito Research Gate.

Fuente INTA

http://intainforma.inta.gov.ar/?p=33943