“Cuando quieras emprender algo, habrá mucha gente que te dirá que no lo hagas; cuando vean que no pueden detenerte, te dirán cómo tienes que hacerlo; y cuando finalmente vean que lo has logrado, dirán que siempre creyeron en ti”.
John C. Maxwell

Bioinsecticidas. La solución para dejar de usar agrotóxicos.

La economía Argentina es principalmente de base agropecuaria, nutre la demanda interna y provee gran parte de las divisas ganadas por el sector externo.  Nuestro país es un productor de alimentos y exportador de ellos a los mercados mas exigentes del planeta. Recientemente científicos de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), que es un ámbito especializado dentro de la Organizaciones Mundial de la Salud (OMS), informó después de 1 año de trabajo de 17 expertos de 11 países, que «existen pruebas convincentes de que el glifosato puede causar cáncer en animales de laboratorio y hay pruebas limitadas de carcinogenicidad en humanos (linfoma no Hodgkin)”. Detalla que la evidencia en humanos corresponde a la exposición de agricultores de Estados Unidos, Canadá y Suecia, con publicaciones científicas desde 2001. Y destaca que el herbicida “también causó daño del ADN y los cromosomas en las células humanas”, situación que tiene relación directa con el cáncer.  Cuando sea prohibido en la Unión Europea a los efectos de seguir exportando, nuestro país deberá sustituir los agrotoxicos por bioinsecticidas  y para ello los científicos  trabajan en ello, y puede que se lo sustituya antes de lo pensado, principalmente por ser de bajo costo y efectivos. Un bioinsecticida se puede definir como un organismo vivo (hongo, bacteria, virus), capaz de matar a los insectos. También puede ser una sustancia química, que estando presente en una determinada planta, puede repeler o matar a los insectos. Un equipo de investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA  analiza sustancias extraídas de plantas comunes como el ajo, palo amargo, el paraiso y eucaliptus para desarrollar bioinsecticidas para combatir plagas.  El proyecto que llevan a cabo es extraer sustancias esenciales de estas plantas y aplicarlas sobre granos y semillas que se pretenden proteger de insectos, estudiando los efectos de algunos metabolitos secundarios que son aquellas sustancias producidas por las plantas que no tienen un rol directo en el crecimiento o reproducción, pero pueden actuar como defensas y  estudiando la relación planta-insecto se establecen modos efectivos de atacar las diferentes plagas.

 

Fuente Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, OMS  y  FAUBA