“Cuando quieras emprender algo, habrá mucha gente que te dirá que no lo hagas; cuando vean que no pueden detenerte, te dirán cómo tienes que hacerlo; y cuando finalmente vean que lo has logrado, dirán que siempre creyeron en ti”.
John C. Maxwell

INTI. El biogás como una alternativa energética renovable para el sector productivo.

El biogás  es un gas combustible, generado en medios naturales o en dispositivos específicos, a partir de las reacciones de biodegradación de la materia orgánica, mediante la acción de microorganismos y otros factores, en ausencia de oxígeno, es decir, en un ambiente “anaeróbico”. La producción de biogás por descomposición anaeróbica es un modo considerado como útil para tratar residuos biodegradables, ya que produce un combustible de valor además de generar un efluente que puede aplicarse como acondicionador de suelo o abono genérico. El resultado es una mezcla constituida por metano, en una proporción que oscila entre un 50 a un 70 por ciento en volumen y dióxido de carbono, conteniendo pequeñas proporciones de otros gases como hidrógeno, nitrógeno, oxígeno y sulfuro de hidrógeno y se puede utilizar para producir energía eléctrica mediante turbinas o plantas generadoras a gas, así como también en hornos, estufas, secadores, calderas u otros sistemas de combustión a gas, debidamente adaptados para tal fin. Un digestor de desechos quimicos o biodigestor es un contenedor cerrado, hermético e impermeable llamado reactor, dentro del cual se deposita el material orgánico a fermentar, como pueden ser excrementos de animales y humanos, desechos vegetales (los cítricos no se incluyen porque acidifican), en determinada dilución de agua para que a través de la fermentación anaerobica se produzca gas metano y fertilizantes orgánicos ricos en nitrógeno, fósforo y potasio, y además, se disminuya el potencial contaminante de los excrementos. Es por ello que el Programa de Energías Renovables del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) dio a conocer los resultados del trabajo realizado, que permitió caracterizar distintos emprendimientos de todo el país que utilizan esta tecnología, dando cuenta de la existencia de un sector industrial que entiende a la biodigestión anaeróbica como una etapa necesaria dentro del tratamiento de sus efluentes y no como una alternativa exclusiva de generación de energía. Sobre un universo de 62 plantas relevadas en Argentina, solo un seis por ciento del total de las plantas de biodigestión han sido instaladas con fines energéticos. Para ello se identificaron falencias operativas, constructivas y tecnológicas que permitirán planificar acciones articuladas entre el sector público y privado, orientadas a favorecer el despegue del sector bioenergético.

Fuente INTI