Las Cumbres Internacionales, auspiciadas por Naciones Unidas sobre cambio climático, tuvieron como fin que los países que conforman el planeta, reduzcan los gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global de la Tierra. La cuestión ambiental debe insertarse entre las políticas de Estado dado que el Ambiente es el sostén de todas las actividades humanas, y sus recursos tomados y transformados por el hombre para satisfacer sus necesidades, presentes y futuras.
La fuente de emisión de los gases de efecto invernadero está originada en la quema de combustibles fósiles con fines energéticos, y los procesos industriales, principalmente la extracción de hidrocarburos y carbón, los cambios en el uso del suelo, principalmente residuos agrícolas, la utilización de fertilizantes nitrogenados y la deforestación.
Los países más industrializados son los que tendrían que encabezar las acciones para mitigar el calentamiento del planeta, para ello se deben elaborar políticas e instrumentos que pongan en movimiento estos acuerdos internacionales, para que los países «ricos» reduzcan sus emisiones de dióxido de carbono a los niveles de la última década del siglo pasado.
El cambio climático está afectando a las actividades agropecuarias en la Argentina y el resto de América Latina. Inundaciones y sequias golpean la región y según estudios oficiales, el aspecto económico se encuentra también muy afectado, ya que países que dependen en gran medida de esta actividad podrían ver devaluada su economía debido a las implicancias que afecta la modificación del clima.