La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) concluyo que la utilización de tres pesticidas de la familia de los neonicotinoidesen plantea un riesgo para las abejas en sendos estudios publicados. Se trata de los pesticidas clotianidina, tiametoxam e imidacloprid.
La desaparición de millones de abejas, vitales para mantener el ecosistema, se ha convertido en una preocupación para la comunidad científica desde hace años. El número de estos insectos ha disminuido de forma desmesurada, una crisis que se ha denominado el problema del colapso de las colonias (CCD, por sus siglas en inglés) y cuyo origen se ha demostrado estar en estos insecticidas.
Estos neonicotinoides comercializados en Europa son sustancias químicas que afectan al sistema nervioso de los insectos causándoles parálisis y hasta la muerte.