El planeta rojo, el más cercano a la Tierra, ha sido siempre objeto de deseo para la carrera espacial. La NASA quiere experimentar en el planeta de primera mano y con humanos. Por esta razón, han lanzado un programa de dos años en el que repartirán un promedio de 65 millones de dólares entre seis empresas. El objetivo será desarrollar nuevos hábitats capaces de resistir los retos del espacio profundo, capaces de albergar humanos, resistir al viaje y aterrizar en la superficie marciana. NeXTstep, nombre del proyecto que anteriormente se dedicaba a otras misiones de desarrollo privado, se quiere centrar en dar la posibilidad de que un grupo de seres humanos viva y trabaje en Marte durante años sin necesidad de obtener suministros desde la Tierra. De momento ya hay varias propuestas sobre la mesa, entre las que destaca la de los módulos Bigelow. Un proyecto que ya se encuentra en fase de pruebas. Sin embargo, y a tenor de la dimensión de las intenciones, la empresa tiene la misión de ampliar sus prototipos 20 veces su tamaño actual. Además, su ventaja reside en que dichos módulos podrán expandirse en el futuro en la medida de las necesidades de los residentes humanos en Marte. La empresa Lockheed Martin quiere emplear los módulos de carga del transbordador espacial para crear la nueva estación. La reutilización y el reciclaje en Marte podrían ser clave y también los nanoracks. El compartimento de combustible de la nave, amplio por naturaleza, sería la opción más acertada como lugar habitable con ciertas modificaciones una vez aterricen en Marte, que locura o realidad, cada día está más cerca.
Fuente: blogthinkbig.com