“Cuando quieras emprender algo, habrá mucha gente que te dirá que no lo hagas; cuando vean que no pueden detenerte, te dirán cómo tienes que hacerlo; y cuando finalmente vean que lo has logrado, dirán que siempre creyeron en ti”.
John C. Maxwell

Agrotóxicos. Estadísticas graves expuestas por un médico en Rufino (Santa Fe).

Los agrotóxicos están en la leche materna con que 7 de cada 10 puerperas, el 70 por ciento del ganado vacuno recibe antibióticos como parte del sistema de aceleración de engorde, 8 de cada 10 verduras que comemos tienen agrotóxicos, los alimentos transgénicos tienen muchas menos propiedades alimentarias que los silvestres (u orgánicos); en nuestra zona agropecuaria la incidencia del cáncer es el doble que en el resto del país, también aumentan los abortos espontáneos, malformaciones e hipotiroidismo.

Todos estos datos, avalados por informes científicos y estadísticas, fue desgranando ante un colmado salón de la Biblioteca José Ingenieros, el médico Damián Verzeñassi. Profesor de la Facultad de Medicina de Rosario e impulsor de los Campamentos Sanitarios, que relevaron el efecto de los agroquímicos en muchas poblaciones de la zona sojera.

Verzeñassi instó a los presentes a desconfiar de las «pseudoverdades». Una de ellas, dijo, es que los agroquímicos sólo afectan a las plantas y animales y no tienen incidencia sobre la salud humana. «Son venenos y envenenan», subrayó. Y recordó cómo los permisos para la comercialización son obtenidos por los grandes laboratorios internacionales, pagando a «científicos» que firman los estudios hechos por los propios laboratorios.

«Hay que decir basta, basta de veneno», destacó. Para luego explicar que «hay esperanza», y esa esperanza se asienta primero en la difusión de la información correcta. Poniendo énfasis luego en la necesidad que «el estado acompañe y financie a los productores que quieran producir alimentos sanos». Un ejemplo de esto último, relató, es la localidad de Chabas, donde la Comuna prohibió la fumigación aérea en todo el distrito y respalda económicamente a los productores para que cambien el modelo productivo. Verzeñassi también atacó el mito de los agroquímicos, como única manera de incrementar la producción de alimentos para terminar con el hambre. «La producción de alimentos se triplicó en el mundo con el uso de los químicos, y el hambre creció un 0,5 por ciento», observó.

Conclusión, nos están (estamos) envenenando, y las peores consecuencias pueden comenzar a verificarse dentro de 20 o 30 años, cuando los agrotóxicos comiencen a hacer sentir su incidencia sobre el ADN humano. En el mapa de intensidad y cantidad de agroquímicos utilizados en la producción agraria, que va del amarillo leve al rojo intenso, la zona de Rufino aparece como la mas afectada.

Fuente: La Tribuna del Sur